Tipos de sitio web

Existen diferentes tipos de sitio web. Como hemos señalado anteriormente, la presencia en la web se ha vuelto una parte esencial para cualquier negocio que quiera mantener una buena presencia digital. Sin embargo, existen diversas formas de crear un sitio web, ya sea una simple landing o un sitio completo de varias páginas. Cada una de estas formas presenta diferencias en cuanto a: tiempo de desarrollo, potencial de crecimiento, grado de independencia que poseemos y, por supuesto, costos asociados.

En este artículo buscaremos presentar algunas de las principales diferencias entre estos tipos de sitios, ya sean sitios HTML estáticos, sitios construidos con un CMS (como serviciosic.com) y sitios hechos a medida por desarrolladores full-stack. Al mismo tiempo, intentaremos demostrar por qué es sumamente importante contar con los servicios profesionales de un equipo de diseño gráfico y web tal como ofrecemos en SIC.

Los sitios armados con HTML (es la sigla en inglés de Lenguaje de Marcas de Hipertexto) es el lenguaje que marca la estructura de las páginas web. Es el componente más básico de la web. En conjunción con CSS (Hojas de Estilo en Cascada) y Javascript se puede utilizar para crear páginas muy atractivas e interesantes que, por lo general, se sirven en forma estática, es decir, una vez que se cargan en el navegador (lo que suele hacerse muy rápidamente) no suelen poseer grandes modificaciones más que estéticas ya que no requieren una conexión a una base de datos desde el lado del servidor.

Es importante señalar que el que sean estáticas no tiene que ver con su capacidad de adaptarse a diferentes dispositivos o de poseer animaciones, es simplemente que una vez que se descargan al navegador, este no realizará nuevas peticiones de información a un servidor externo. La contra: no son ideales para aquellos sitios que requieran cierto dinamismo e intercambio y actualización de datos desde el cliente (usuario) al servidor. Son ideales para, por ejemplo: un menú estático de servicios o una página que busca trasmitir información.

Haciendo una analogía (donde se notará mi edad) a grandes rasgos: vamos a la tienda de videojuegos, compramos un cassette de SNES, y jugamos al juego provisto con el código incluido. No habrá actualizaciones ni parches ni cambios posteriores.

CMS (Sistema de manejo de contenidos en inglés) son tipos de software que permiten a los usuarios crear, administrar y publicar contenido digital. Algunas plataformas conocidas son WordPress (tanto su versión gratuita como la comercial, diferenciación que haremos en un futuro), Drupal, Joomla, etcétera. Son fáciles de manejar y requieren un nivel de conocimiento mínimo o nulo de programación. Como en todo, tener conocimiento sobre ciertas herramientas (como CSS) nos permitirá poder sacarles más jugo y, de paso, ahorrar dinero en soluciones a medida.

Los CMS ofrecen una amplia gama de soluciones prearmadas (plantillas, fragmentos de códigos llamados plugins que pueden ser gratuitos o no. La mayoría cuenta con versiones gratuitas para sus funciones más básicas y las más avanzadas son pagas. Actualmente, se estima que entre un 30 y un 40% de los sitios en internet utilizan un CMS como WordPress y se pueden hacer tipos de sitios web muy variados con ellos, desde sitios de membresías a sistemas de comercio electrónico, cursos en línea, etc.

La gran ventaja de los CMS es que son muy prácticos a la hora de tener sitios cuyo contenido varía frecuentemente o bien requieren algún grado de interacción con los usuarios (como compras en internet, inicios de sesión, contenido diferenciado para diferentes estatus de usuario, etcétera). Como contra, los plataformas pueden ser un poco más lentas (el código no está pronto de antemano, se construye a solicitud del cliente en función de la información que posee y recibe el servidor) y, como presuponen recepción de datos desde el lado del cliente, pueden ser más vulnerables a ataques.

Continuando con nuestra analogía anterior, un CMS es un juego multijugador al que nos conectamos por internet para poder usarlo y debemos intentar tenerlo siempre al día, con parches y actualizaciones para que funcione correctamente.

Los sitios personalizados realizados por desarrolladores web pueden llegar a ser los tipos de sitios más complejos. Son creados usando lenguajes como Python, Ruby on Rails y otros. Los desarrolladores full-stack son llamados así porque se encargan tanto de la parte visible del sitio «front-end» como de la comunicación con el servidor «back-end», esto significa que pueden crear un sitio web desde cero que esté ajustado a las necesidades específicas del cliente. Los sitios personalizados suelen ser rápidos, escalables, seguros y ¡únicos! Sin embargo, son, por lejos, la opción de desarrollo más cara y, muchas veces, se corre el riesgo de quedar atado al profesional que desarrolló el sitio.

En nuestra ya utilizada analogía: Se trata de contratar a alguien para que invente un juego a tu medida, con tus reglas y con tu experiencia deseada.

Llegados a este último punto, y con el auge de sitios que promueven el «hágalo usted mismo» (o DIY en inglés) ¿por qué deberíamos contratar a un profestional si es una alternativa más cara?

A pesar del crecimiento que han tenido servicios que promueven cosas como «tu sitio en 5 minutos», crear un sitio web no es una tarea sencilla y requiere cierto grado de conocimiento y experiencia. Utilizar los servicios de un profesional puede ser la diferencia entre crear un sitio «correcto» y «destacar» en línea. Como casi todo, existe diferencia notoria entre la solución para todos y la solución que vos precisás. Algo así como escoger tu prenda favorita en una tienda o utilizar ropa de diseñador.

Si tus requisitos son básicos, y no tienes intención de invertir tiempo, dinero (eso puede ser una trampa) y esfuerzo, entonces una solución prearmada puede ser ideal para ti. Un profesional, sin embargo, podrá ayudarte a utilizar la plataforma más apropiada, las tecnologías ideales, patrones de diseño, maximizar la experiencia de usuario (¡recuerda que quien utilizará el sitio no serás tú sino tus clientes!) y optimizar el contenido para que figure en los primeros lugares en la búsqueda de contenido. Es parte de la construcción de marca. Además, podrán ayudarte frente a imprevistos.

En SIC queremos ofrecerte todo el paquete: desde tu identidad visual a tu presencia en línea. Garantizamos una experiencia íntegra y coherente con el mensaje que querés transmitir a tu público.

Algunos pueden verse tentados por utilizar uno de las tantas plataformas del tipo «hágalo usted mismo». Generalmente ofrecen un servicio con distracciones mínimas donde solo nos encargaremos de arrastrar y soltar objetos sin tener que preocuparnos de conceptos «extraños» como el dominio y el servidor (que como vimos anteriormente, no son conceptos extraños), suelen, además, presentarse como baratos. Desde SIC, creemos, sin embargo, que hacer uso de este tipo de plataformas es un error por varias razones que listaremos a continuación:

1. Tasas y costos escondidos: Si bien la mayoría se ofrece como económicamente accesibles, esto cambia en el momento en que requerimos alguna funcionalidad adicional (que muchas veces ni que necesitaríamos). O poseen costos para cada transacción que hagamos (muchas veces costos fijos que poco tienen que ver con los precios que manejemos). Con el tiempo, estos costos pueden sumarse y terminar siendo mucho más importantes que lo originalmente pensado [3][6].
2. Personalización limitada: Los sitios DIY, típicamente ofrecen un rango muy limitado de plantillas (templates) y opciones de diseño. El nivel real de personalización suele estar detrás de una barrera no inmediatamente explícita de pago. Nada como invertir horas diseñando un sitio desde 0, para darte cuenta de que mover ese logo de aquí para allá o cambiar esa fuente por otra de tu gusto conlleva cambiar a un plan pago… que seguramente incluirá otras cosas que por el momento no te interesan. A veces, ¡vos solo querés cambiar la tipografía y no tener un mega menú! Estas limitaciones, nuevamente, atentan contra tu diferenciación en línea y tu construcción de marca [1][4].

3. Identidad de marca limitada: Construir una fuerte identidad de marca es crucial para los negocios. Y como hemos visto, creemos que un sitio web es parte central de esa estrategia. Los sitios DIY por lo general tienen límites a la hora de personalizar tus logos, paleta de color, tipografía, etc. Lo peor? muchas veces no tienen lo que se denomina whitelabeling es decir, ni siquiera puede eliminar los datos del constructor utilizado. Tu sitio es una publicidad (con el consiguiente desvío de tráfico y falta de profesionalismo que eso conlleva) para otras plataformas. «Powered by…» es un clásico [4][5].
4. Falta de expertisse técnico: Si bien los DIY están diseñados para ser amigables al usuario, por lo general requieren un mínimo de conocimiento (o mucha paciencia) para que el resultado sea tal cual el esperado. En ocasiones es más problemático que simplemente diseñar algo a medida. ¿Qué lleva más tiempo? ¿El comprarnos ropa a medida, o comprar una prenda que nos gustó y debemos hacer achicar/agrandar por un sastre experto? El resultado muchas veces será algo que se aproxima a lo que queremos, pero que no nos satisface al 100% [2][4].
5. Limitadas posibilidades SEO: La optimización para los motores de búsqueda (SEO en inglés) es esencial para mejorar la visibilidad de un sitio web y dirigir el tráfico orgánico hacia ella. Los constructores DIY por lo general tienen capacidades SEO muy limitadas, lo cual hace un desafío poder triunfar en los buscadores a la hora de atraer potenciales clientes[1][5].

1. https://www.business.qld.gov.au/running-business/marketing-sales/marketing/websites-social-media/building-managing-website
2. https://clutch.co/web-designers/resources/options-for-building-a-website
3. https://www.forbes.com/advisor/business/software/how-much-does-a-website-cost/
4. https://www.tooltester.com/en/how-to-set-up-my-own-website/
5. https://tech.co/website-builders/3-best-ways-make-website
6. https://www.isitwp.com/how-much-does-it-cost-to-build-a-website-expert-answer/